Casi un tercio del total de las víctimas de trata de personas a nivel mundial son niñas y niños, según el último informe publicado en diciembre de 2016 por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés). Las mujeres y niñas suponen el 71% de las víctimas identificadas en todo el mundo.
El Comité de expertos del Consejo de Europa, que realiza el seguimiento a la Convención de Varsovia de lucha contra la trata, ha dedicado su informe anual de 2016 a la situación de estos menores. Llama la atención acerca de la necesidad de reforzar los mecanismos de identificación y protección de estos menores.
En España se han adoptado en los últimos años importantes medidas para mejorar los mecanismos para la identificación y protección de los menores víctimas de trata.
Sin embargo, el número de menores de edad identificado continúa siendo muy bajo. Según los últimos datos facilitados por el Ministerio del Interior se identificaron nueve menores de edad víctimas de trata de seres humanos en 2016. Esta tendencia se mantiene en los últimos años, por lo que resulta preciso analizar los procedimientos utilizados y poder realizar propuestas de mejora.
Un grupo de estos menores, potenciales víctimas de trata, son aquellos interceptados intentando acceder irregularmente a territorio nacional en compañía de adultos que dicen ser sus progenitores. Según las directrices propuestas por UNICEF los menores nacidos de potenciales víctimas de trata deben ser considerados también víctimas para garantizar así su efectiva protección.
La preocupación por esta situación es compartida por los distintos organismos con competencias en la materia. Como prueba de lo anterior, el 23 de mayo se reúnen en Sevilla, convocados por el Defensor del Pueblo de España y el Defensor del Pueblo de Andaluz, representantes de la Administración General del Estado, de la Fiscalía, las federaciones española y andaluza de municipios y provincias y la Junta de Andalucía.
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