La labor humanitaria que realizan la Guardia Civil y el Servicio de Salvamento Marítimo es tan cotidiana que pasamos, sin reparar en ella, por los distintos titulares que nos anuncian el penúltimo rescate que han llevado a cabo.
El pasado 6 de octubre, la embarcación Río Segura de la Guardia Civil colaboró, dentro de la Operación Tritón que FRONTEX tiene desplegada en el Mediterráneo central, en el rescate de 1.258 personas que se encontraban a la deriva en 11 embarcaciones semirrígidas en la costa norte de Libia.
Desde el comienzo del pasado mes de septiembre la labor de rescate de la Guardia Civil y de Salvamento Marítimo, principalmente en las costas andaluzas, ha librado de la muerte a cientos de seres humanos y nos ha dejado imágenes que remueven nuestras conciencias, como la de un miembro de Salvamento Marítimo de Tarifa abrazando a una niña de cuatro meses para paliar la hipotermia que sufría mientras su madre se recuperaba de la travesía.
La Guardia Civil tiene desde su fundación una vocación de servicio de proximidad que la crisis migratoria en el Mediterráneo ha permitido que todos veamos.
El Defensor del Pueblo reconoce la labor de los agentes del servicio marítimo de la Guardia Civil y del personal de Salvamento Marítimo. Su actuación, en muchas ocasiones poniendo en riesgo sus propias vidas, es la primera imagen que miles de personas que se lanzan al mar buscando una vida mejor tienen de nuestro país. Merecen nuestro reconocimiento y agradecimiento.
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