El Colegio Público de Educación Especial del Hospital Gregorio Marañón de Madrid cumple cincuenta años de existencia en 2016 y sus responsables invitaron a la Institución a conocer sus instalaciones y a reunirse con los alumnos, niños y adolescentes de entre 3 y 18 años hospitalizados o en seguimiento clínico domiciliario, y con la comunidad docente.
Se trata de lograr la continuidad del proceso educativo, mantener los hábitos de trabajo y estudio de los alumnos, por medio de una atención individualizada. Los siete profesionales vinculados a este colegio realizan alrededor de mil atenciones educativas por curso académico.
Las visitas incluyeron dos encuentros con alumnos, uno con niños más pequeños y otro con adolescentes en el Servicio de Salud Mental.
Los más pequeños mostraron interés y conocimiento sobre asuntos de relevancia ciudadana. Sus razonamientos sobre temas como la discriminación por raza o por sexo, sobre los deberes y los derechos de todos o sobre los refugiados pusieron de manifiesto que la cultura de ciudadanía se adquiere desde muy temprana edad. Sus risas y guiños de afecto fueron el mejor pago a nuestra presencia
Los adolescentes también plantearon opiniones, inquietudes y cuestiones sobre su situación y sobre los problemas que perciben en su entorno y en la sociedad.
En una de las paredes del centro había un cartel con las funciones del Defensor del Pueblo y el modo de presentar una queja. Cosa normal, aquello era un aula y la tarea de formar ciudadanos no ha de detenerse a las puertas de un hospital.
Este es el meritorio empeño y el compromiso de los profesionales adscritos al centro, que hacen posible que conceptos como “atención individualizada”, “apoyo curricular” o “continuidad del proceso educativo”, dejen de ser mera prosa legal para convertirse en realidades.
Enlaces de interés:
Atención psicológica y especializada a niños con procesos oncológicos
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