21/12/2015
La iniciativa de Covite (Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco), apoyada en documentación de la Guardia Civil, ha permitido a la autoridad judicial la imputación de los jefes de la organización terrorista ETA “Mikel Antza”, “Iñaki de Rentería”, “Kantauri”, “Pototo” e “Itsuntza” por ordenar el asesinato de Gregorio Ordóñez.
El enjuiciamiento de los autores intelectuales de éste y otros crímenes significará el fortalecimiento del derecho a la justicia de las víctimas, pues interrumpe la prescripción y extiende la responsabilidad penal a otros autores además de a los materiales. Muchos de los autores de los atentados los cometieron por mandato de quienes perseguían alcanzar un estado totalitario. Por ello, los inspiradores, quienes dictaban las órdenes y señalaban a las víctimas son tan responsables como sus ejecutores.
La imputación de los autores intelectuales significará, también, el fortalecimiento del derecho a la verdad de las víctimas, pues permite un conocimiento más completo de los hechos y contribuirá a aclarar algunos de los crímenes sin resolver. Son todavía muchos los actos terroristas que no pudieron ser esclarecidos en el pasado y fueron archivados. En los años setenta y ochenta ni las fuerzas de seguridad ni la justicia disponían de suficientes medios para identificar a los autores; tampoco se contaba con la cooperación internacional que hoy existe.
Y, finalmente, contribuirá al relato fidedigno de nuestra historia reciente, en la que esta forma de criminalidad organizada ha causado tanto dolor a las personas directamente afectadas y a la sociedad entera. El daño permanecerá siempre pero podremos decir que se hizo todo lo posible para castigar a quienes planificaron la persecución y la muerte.