28/08/2015
España no debería permanecer en silencio ante los dramáticos intentos de miles de personas de llegar a países de la U.E.
La Canciller alemana y el Presidente de la República francesa han afirmado que es urgente una actuación común, con asistencia suficiente a las personas que huyen. Y España debería sumarse a esa iniciativa.
Sabemos que la situación es, además, muy complicada por los diferentes requisitos para solicitar asilo o para lograr residencia en los distintos países, pero la U.E no puede observar impasible las largas marchas inhumanas.
Si hay unos hechos que requieren decisiones conjuntas, con carácter urgente, que permitan, por una parte prestar atención humanitaria a las personas, actuar de forma resolutiva con traficantes así como requerir a países candidatos a la U.E. a actuaciones de carácter social que reduzcan las necesidades de huir, estos hechos los tenemos ante nosotros.
El Presidente de la Comisión Europea haría muy bien en volver a proponer a los miembros de la U.E. una distribución del número de solicitantes de asilo y estos reconsiderar sus respuestas discrepantes.