30/04/2025
El Defensor del Pueblo de España, Ángel Gabilondo y el Ararteko (Defensor del Pueblo del País Vasco), Manuel Lezertua, han recordado, con ocasión del Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido, la importancia de abordar el problema ambiental derivado del ocio, tras recibir una queja de la Asociación de Vecinos Uribitarte Anaitasuna, de Bilbao.
Ambas instituciones coinciden en el análisis de esta situación, reafirman su compromiso con la protección de los derechos fundamentales y constitucionales de la ciudadanía e instan a las administraciones a cumplir con sus responsabilidades en la gestión del ruido ambiental y a promover un ocio más sostenible y equilibrado para todas las personas. Así lo han expresado en un escrito que recoge las principales conclusiones que trasladan habitualmente a las administraciones a través de sus recomendaciones.
En opinión del Defensor del Pueblo y del Ararteko el ejercicio del ocio, a través del desarrollo de espectáculos públicos, actividades recreativas y de hostelería, representa un importante beneficio social y económico, pero solo debe ejercerse dentro del marco legal habilitado que exige respetar los derechos de la ciudadanía, entre ellos su derecho al descanso.
Por ello, en sus resoluciones, tanto el Defensor del Pueblo como el Ararteko trasladan a las administraciones públicas -en especial a las administraciones locales- que tienen la obligación de actuar para lograr que el ruido ambiental no afecte al derecho al descanso de las personas residentes en esas zonas de concentración de ocio. En esta línea, ambas instituciones destacan que las competencias de inspección, control y sanción ante las infracciones son funciones públicas de obligado cumplimiento que no puede quedar sujeta a criterios discrecionales o de oportunidad.
Asimismo, apuntan que el control de la contaminación acústica requiere que las administraciones dispongan de los medios materiales y personales suficientes, y señalan que resulta imprescindible que desarrollen planes y programas de inspección del ruido ambiental que aseguren actuaciones preventivas, protegiendo de este modo todos los derechos concurrentes. Además, ponen en valor la necesidad de promover la implantación de canales de denuncia accesibles y eficaces.
Ambas instituciones consideran relevante que se promueva un modelo de ocio sostenible y bajo en decibelios, mediante campañas de sensibilización y educación.