14/07/2016
La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha participado este miércoles en Madrid en un acto de homenaje en recuerdo del concejal Miguel Ángel Blanco, cuando se cumplen 19 de años de su asesinato por la banda terrorista ETA.
Junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes y la presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco, Marimar Blanco, la Defensora ha destacado que el secuestro y posterior asesinato de Blanco marcaron un antes y un después en la sociedad española. “Fue a partir de este crimen cuando la sociedad empezó a despertar, tras un largo tiempo, muy largo, de no quererse enterar de lo que estaba sucediendo”, ha señalado.
Tras recordar que en los años ochenta y en gran parte de los noventa “eran pocos quienes se atrevían a levantar la voz y gritar por los crímenes que se cometían”, la Defensora ha explicado que tras la muerte de Miguel Ángel Blanco “se levantaron voces por todas partes que decían que no existía conflicto alguno, que en un estado de derecho lo que sucedía es que había unas víctimas y unos verdugos”.
En opinión de Soledad Becerril, la sociedad comenzó a darse cuenta de que “cualquiera podía ser una víctima” porque los terroristas “asesinaban para acabar con el estado de derecho y con la democracia”.
La Defensora ha celebrado que la Audiencia Nacional haya abierto una vía para poder acusar por delitos de lesa humanidad a los ideólogos de los asesinatos cometidos por los comandos de la banda y ha enfatizado que “los españoles no deberíamos permitir ni el olvido ni la desmemoria” porque “es una causa que debe ser conocida ahora y en el futuro por las generaciones más jóvenes en toda su realidad y crueldad”.
Soledad Becerril ha acabado su intervención con unas palabras de recuerdo para otras dos víctimas de ETA, el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla cuando ella era alcaldesa, Alberto Jiménez Becerril, y su mujer Ascensión.
Fue precisamente Jiménez Becerril quien, el 15 de julio de 1997, recogió al alcalde de Ermua, Carlos Totorica, que llegaba a Sevilla para presidir “una manifestación popular inmensa” contra el asesinato de su concejal, Miguel Ángel Blanco.