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Se ha recibido su escrito, en el que informa a esta institución en relación con el supuesto planteado por D.ª (…..), titular de la queja inscrita con el número arriba indicado.

Consideraciones

1. Valorado el contenido de su comunicación, esta institución considera preciso que por esa consejería, como Administración responsable de la prestación del servicio educativo, se traslade a la empresa encargada de la gestión de la Escuela de Educación Infantil “…..” la necesidad de reforzar las técnicas de ventilación mediante la instalación de ventiladores de techo o portátiles en las aulas, habida cuenta que las medidas adoptadas hasta el momento (instalación de toldos y pérgolas) no han resultado suficientes para paliar situaciones tan extremas como las que han dado origen a la queja ahora formulada por la representante de las familias en el Consejo Escolar.

2. Asimismo, teniendo en consideración las evidencias y las probabilidades de ocurrencia de los fenómenos meteorológicos y sus implicaciones, esta institución estima prioritario que esa Administración educativa establezca unas instrucciones comunes para todos los centros docentes de la red pública de la Comunidad de Madrid, especialmente para los de primer ciclo de Educación Infantil ‑ya sean de gestión directa o indirecta‑, cuyo calendario escolar se extiende desde la primera semana de septiembre hasta finales del mes de julio, a fin de evitar que una misma situación pueda tener diferente tratamiento en función del criterio adoptado por la empresa gestora o la dirección de cada centro.

A criterio de esta institución, resulta primordial orientar las acciones de la comunidad educativa con protocolos que prevean y anticipen pautas de acción, de tal manera que, teniendo en cuenta las características propias de los edificios e instalaciones, pueda responder de manera eficaz y efectiva ante episodios de altas temperaturas, toda vez que no se está ante unas circunstancias extraordinarias, en cuanto que este tipo de olas de calor se vienen repitiendo todos los años en las mismas fechas.

3. Junto a los alumnos, los trabajadores de la enseñanza sufren también las consecuencias de las malas condiciones de temperatura y confortabilidad de los centros, dado el deficiente, y en algunos casos nulo, aislamiento.

En este sentido, debe recordarse que el Real Decreto 486/1997, que establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, exige que la temperatura de los locales cerrados donde se realicen trabajos sedentarios esté comprendida entre 17 y 27º C, y en aquellos donde se realicen trabajos ligeros entre 14 y 25º C. Precepto que, en determinados momentos del año, se incumple en las aulas de los centros docentes madrileños, especialmente en aquellos construidos hace muchos años cuando no se tomaban en consideración medidas correctoras para lograr una temperatura más estable en los edificios.

Por ello, es necesario ofrecer una adecuada atención al profesorado y al personal no docente que desarrolla su trabajo en los centros educativos, ya que es un hecho indiscutible que la existencia de calor en el ambiente laboral constituye, frecuentemente, una fuente de incomodidad, bajo rendimiento y, en ocasiones, riesgos para la salud de los trabajadores.

4. En la actualidad, una gran parte de las infraestructuras educativas se construyeron antes de que existiera una normativa básica de condiciones térmicas, de modo que sus usuarios sufren más los efectos de las altas temperaturas al superarse, en muchos casos, los límites legalmente establecidos dentro de las aulas.

Desde instancias europeas ya se ha avisado de que el cambio climático ejerce una presión sobre infraestructuras duras como los edificios públicos de educación y servicios sociales, lo que hace precisa la puesta en marcha de un plan de rehabilitación energética para aquellas instalaciones docentes que, por su tipo de construcción o por la orientación que tiene el propio edificio, necesitan cierta aclimatación para lograr unas óptimas condiciones de temperatura.

5. En suma, se trata de un problema de salud pública y laboral que, a juicio de esta institución, exige, además de las medidas organizativas que puedan adoptarse, una mejora de la calidad y la eficiencia energética de los edificios de uso educativo y de sus instalaciones, y la dotación de los recursos necesarios para neutralizar o minimizar las consecuencias de estos fenómenos meteorológicos, procurando preservar la salud y el bienestar de todas las personas que conviven en dichos centros, muy especialmente del colectivo más vulnerable ante elevadas temperaturas: los menores de cinco años y el alumnado que presente alguna enfermedad crónica o discapacidad.

Decisión

Sobre la base de la información aportada, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 28 y 30 de la Ley Orgánica 3/1981, de 6 de abril, reguladora del Defensor del Pueblo, se ha resuelto formular las siguientes resoluciones:

SUGERENCIA

Trasladar a la empresa encargada de la gestión de la Escuela de Educación Infantil “…..” la necesidad de proceder a la instalación de los sistemas de climatización o ventilación que resulten precisos y adecuados para lograr una temperatura más estable en sus instalaciones.

RECOMENDACIÓN

Evaluar por la Administración educativa la situación en cada uno de los centros educativos de la red pública de la Comunidad de Madrid para determinar las mejoras que precisen en materia de eficiencia energética, y se arbitren los medios que en cada caso resulten procedentes para paliar los efectos de las altas temperaturas con el fin de garantizar el bienestar del alumnado y del personal encargado de la prestación del servicio.

A la espera de recibir una comunicación en la que se manifieste la aceptación o rechazo de las resoluciones formuladas,

le saluda muy atentamente,

Francisco Fernández Marugán

Defensor del Pueblo (e.f.)