La Defensora habla sobre refugiados en la tribuna de “Fórum Europa” (Madrid)
El número de personas que, desde hace unos años, huyen de países en guerra, de persecuciones por razones de creencias o por razones de supervivencia es el mayor desde la Segunda Guerra Mundial. Y Europa no estaba preparada para este gigantesco movimiento de personas desplazadas. Tiempo atrás países europeos acogieron a quienes pudieron huir de Alemania antes y durante la Segunda Guerra Mundial; después acogieron a húngaros tras la revolución de 1956. Pero las cifras de hoy en día son bien distintas. Al conflicto que continúa en Afganistán se ha unido la guerra de Siria –el alto el fuego no impide un bombardeo sobre un hospital en Alepo- y también las persecuciones en Eritrea. Naciones Unidas calcula que son cerca de 4.500.000 las personas que han huido de Siria. Y una gran mayoría de las que huyen quieren llegar a Europa.
La decisión del Consejo de la U.E de septiembre 2015 para distribuir de forma ordenada y acordada a un alto número de estas personas entre todos los países, a lo largo de dos años, era una vía posible. Las cifras que la Comisión Europea manejaba, eran de 160.000, procedentes de Italia y Grecia, para ser reubicadas, y de ellos 16.000 para España. No está claro si se va a llevar a efecto tras el acuerdo de la U.E. con Turquía. Lo que sí está aprobado por España, en Consejo de Ministros, es un programa de reasentamiento de 1.449 personas, en dos años, para quienes tienen necesidad de protección internacional desde países de fuera de la U.E.
Toda esta distribución necesita de una muy buena organización en Italia, Grecia y Turquía, y también en los países receptores. No es sólo una cuestión económica sino de normas comunes para solicitar asilo, trámites para su resolución, y luego todo lo necesario para procurar una integración.
Son muchas las razones de carácter humanitario para acoger a refugiados pero además hay motivos demográficos y económicos. ¿Qué va a suceder en Europa con las tasas de natalidad que hay? ¿Cuántos jóvenes, con trabajo, van a ser necesarios para sostener a una persona jubilada en pocos años? Las respuestas ya las conocemos. Economistas, demógrafos y sociólogos afirman que los refugiados deben ser bienvenidos en Europa. Y que un cambio de actitud sería no sólo ayudarles sino permitirles que se ayudaran a ellos mismos, es decir que pudieran establecerse, crear una empresa…, montar negocios…
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